Los mil años y la derrota de Satanás (Apo. 20:1-15)

Los mil años y la derrota de Satanás (Apo. 20:1-15)

La Gloria futura de la Iglesia

Serie: Apocalipsis, “El Triunfo del Cordero”

Texto: Apocalipsis 21

Apocalipsis 21:1–27 (NBLA) 1 Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe. 2Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. 3Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. 4» Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado» 5 El que está sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y añadió*: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas» 6 También me dijo: «Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida. 7» El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será Mi hijo. 8» Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras, y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda». 

9Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: «Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero». 10Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 y tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra de jaspe cristalino. 12Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. 13Había tres puertas al este, tres puertas al norte, tres puertas al sur, y tres puertas al oeste. 14El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

 15El que hablaba conmigo tenía una vara de medir de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16La ciudad está asentada en forma de cuadro, y su longitud es igual que su anchura. Y midió la ciudad con la vara, 12,000 estadios (2,160 kilómetros). Su longitud, anchura, y altura son iguales. 17Midió su muro, 144 codos (64.8 metros), según medida humana, que es también medida de ángel. 18El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al cristal puro. 19Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento, jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; 20 el quinto, sardónice; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; y el duodécimo, amatista. 21Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una sola perla. La calle de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.

 22No vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero. 23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. 24Las naciones andarán a su luz y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria. 25Sus puertas nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche); 26 y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones. 27Jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero.

Apocalipsis 22:1–5 (NBLA) 1 Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, 2 en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. 3Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán. 4Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.

Introducción:

Apocalipsis fue escrito para dar esperanza para el futuro, la iglesia estaba pasando por persecución y sufrimiento, y el propósito de Dios en la inspiración de este libro fue que cuando el lector fuera alentado. Y este pasaje es una de los mas esperanzadores de toda la Biblia, todo lo que acabamos de leer tiene el propósito de causar una impresión en nosotros.

En otras palabras, si el presente era oscuro, y caótico, el futuro iba a ser diferente y glorioso, incluso si la batalla se estaba perdiendo, “la guerra estaba ganada” nuestro futuro está asegurado.

Les quiero hacer una pregunta ¿Qué esperamos en la vida? O ¿Cuál es nuestra esperanza? Para algunos es poder algún día casarse, o terminar su carrera, o que nazca su hijo. Y en sí, nada de eso está mal, yo también tengo deseos. Pero creo que Apocalipsis 21 está ahí para que la iglesia anhelara un futuro glorioso. 

Lo que veremos hoy es que la vida del creyente es una vida de esperanza, en la que esperamos la promesa de Dios que recibiremos una herencia incorruptible. (1 de Pedro 1:4) ¿De qué estamos hablando? Sino de la vida eterna, de la gloria de estar con Él para siempre. En el momento inicial de la salvación, Dios nos justificó, nos adoptó, y por el Espíritu, nos está santificando, pero un día finalmente nos glorificará, es decir nos quitará este cuerpo de pecado y le veremos tal como Él es.

En otras palabras, vivir para el presente nos prepara para el desánimo, pero fijar nuestra mirada en nuestra gloriosa salvación, nos da esperanza en el presente.

¿Tu sufres enfermedades, pero has creído en Cristo? ¿Tu vives con dudas, pero has creído en Cristo? ¿Tu has sufrido las consecuencias de este mundo caído, pero crees en Cristo? Este mensaje es para ti.

Al ver los sufrimientos presentes a la luz de la gloria venidera cambia la forma en que soportamos los sufrimientos presentes. ¡Tenemos esperanza en Cristo como su pueblo, debido a que somos ciudadanos del reino de los cielos!

Esta sección nos muestra el resultado del juicio final para aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero, con un recordatorio más de que los infieles no tienen derecho sobre el asombroso gozo que espera a los vencedores (21: 8). Pero su propósito principal es prepararnos para ver a la novia dándonos una idea del hogar que su esposo ha preparado para ella. Haremos 2 consideraciones del texto

  1. La descripción de la gloria Futura del Cielo v. 1-8, 22:1-5
  2. La descripción de la gloria de la Novia Su Iglesia v. 9-27

I. La Descripción de la Gloria Futura del Cielo v.1-8

Lo primero que Juan nos presenta es la realidad de que Dios promete que este no es nuestro hogar eterno, sino que aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero v. 21 a diferencia de aquellos que no (que estarán en el lago de fuego y azufre) nos promete vivir con Él por la eternidad. 

Creo que “La gloria del cielo es algo que se ha demeritado en gran manera” a lo que me refiero, es que muchos piensan que el cielo se refiere a personas tocando un arpa en el cielo, pero la verdad es que lo que aquí se describe es mas glorioso de lo que aun podemos entender, al leerlo debería producir un anhelo como el que Pablo dijo en Romanos 8

Romanos 8:19–21 (NBLA) 19Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios. 20Porque la creación fue sometida a vanidad, no de su propia voluntad, sino por causa de Aquel que la sometió, en la esperanza 21 de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.

La tierra, el mar y el cielo han pasado v.1

1Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.

Este pasaje nos muestra la realidad de este mundo caído, este mundo ha de pasar, y si somos sinceros Dios nos dio una creación gloriosa, cuando Él lo creo originalmente dijo “y vio Dios que era bueno en gran manera”. Es decir, cuando vamos a lugares preciosos como un bosque, una montaña, un arrecife, y vemos esta grandeza, está anunciando la gloria de Dios.  Pero aun así en el contexto de Apocalipsis, Dios nos dice: “Hay algo mas glorioso, mas hermoso, es la morada que yo estoy preparando para mi esposa.”

Vemos en este primer versículo, que ya pasó esta tierra, y el mar (que aquí representa el caos) vimos que del mar se levantó la Bestia, vimos que el mar turbulento representa el caos de la tierra de donde se levantan reyes, que cuando el Señor venga por segunda vez el mar entregará a sus muertos.  Es decir, en la tierra nueva ya no hay caos, ya no hay confusión, ya no hay guerras, ya no hay persecuciones, ya no hay relación con el pecado, hay completa paz en Cristo.

Cielos y tierra nuevos v. 1,5

Lo que este pasaje nos habla es de una plenitud, que todo será hecho nuevo, como ya lo había profetizado Isaías en Isaías 65.

Isaías 65:17–18 (NBLA) 17» Por tanto, Yo creo cielos nuevos y una tierra nueva, Y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria. 18» Pero gócense y regocíjense para siempre en lo que Yo voy a crear; pues voy a crear a Jerusalén para regocijo, Y a su pueblo para júbilo.

Este mundo por hermoso que sea, no es nuestro destino final, la Palabra enseña que hay algo más glorioso, que “es nuevo” dice que Isaías que esta tierra y estos cielos ni serán recordados. 

El principio que aprendemos con esta declaración es que Dios restaurará todo al diseño original, en el Jardín del Edén la plenitud de la presencia de Dios se vivía con Adán y Eva, hasta que el pecado entró, pero desde Génesis 3.15 se profetizó aquel que redimiría todas las cosas.

5 El que está sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas». Y añadió*: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas»

Todo será hecho nuevo, no solo el cielo y la tierra, sino una nueva creación hecha con un diseño glorioso. Si esta vida tuvo sus cosas gloriosas, imagínate de lo que habla allá en la gloria, una vida sin relación con el pecado, sin relación a los sufrimientos, sin relación a las enfermedades, ¡todo restaurado!

La Presencia del Señor en medio de la gloria del Cielo.

Todas estas imágenes son tan gloriosas, que muchos se han asombrado con ellas, perdiendo el foco de lo central de todo este pasaje, lo central no son las calles de oro, o el mar de cristal, esas son sólo imágenes de la gloria de Dios, lo central es lo que nos dice: “Ya no habrá tabernáculo”

21. 3Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: «El tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos.

22No vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero. 23La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.

22. 3Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán. 4Ellos verán Su rostro y Su nombre estará en sus frentes. 5 Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.

¡Qué glorioso! Piensa en un momento, aquí el propósito de Dios cumplido en plenitud, Dios nos diseñó para que vivamos con Él por la eternidad, en comunión, el templo era el lugar de comunión, donde Dios descendía y su presencia se manifestaba, pero ahora nos dice: No vi templo alguno v. 22 porque el Señor es su templo. El tabernáculo de Dios está entre los hombres.

Por eso es que la ciudad tiene forma de Cubo, porque el arca del pacto, que estaba en el santísimo era en forma de cubo, ahora te dice ya no necesitamos de mediador, ni de templo, porque todo esto fue prefigurado en el Antiguo Testamento, pero llegado el tiempo del cumplimiento Jesús fue el sacrificio perfecto, el templo y ahora nos otorga las bendiciones de un mejor pacto, en donde ya no hay velo, ya no división entre Dios y los hombres, sino solo un camino nuevo y vivo a Su presencia.

Ya no habrá mas dolor ni sufrimiento v.4

Esta presencia de Dios no solo es simbólica, no solo es nominal es real, comienza a darnos una serie de imágenes de un esposo amoroso, esperando a Su novia, y le dice: “Ya no hay división entre tu y yo” y le muestra su cercanía, diciendo: 

21. 4» Él enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor, porque las primeras cosas han pasado» 5 El que está sentado en el trono dijo:

Como dije al principio el propósito era traer aliento, paz en medio de la tormenta, y nos dice, ya no te preocupes iglesia amada, ¡ya llegaste a casa! Eres totalmente libre, totalmente salva, totalmente amada, totalmente perdonada, y el sufrimiento ya no tiene ningún lugar en este lugar.

Ilustración: Johnny Tada Erickson, fue una mujer que sufrió un accidente Tada era un adolescente activo y atlético. … Luego, a la edad de 17 años, se rompió el cuello en un accidente de buceo en la bahía de Chesapeake. Le cortaron la médula espinal y quedó paralizada de los hombros hacia abajo. Y murió el año pasado, después de estar 55 años en silla de ruedas, pero esta mujer a raíz de este accidente conoció a Cristo, y tuvo un ministerio hermoso, pero siempre tuvo la esperanza que cuando ella estuviera en la gloria con Su Señor, ya no habría silla de ruedas, ya no habría dolor, porque las cosas viejas pasaron.

Aplicación: También tu mi hermano o hermana, cuyo nombre está escrito en el libro de la vida del Cordero, allá ya no hay mas dolor, ni muerte, ni sillas de rueda, ni lágrimas. ¿Cuántos de nosotros sufrimos, y lloramos? Quizás por un hijo perdido, por un matrimonio destruido, el ministerio es duro, muchas veces, sino es que siempre se siembra con lágrimas, allá ya no habrá mas llanto ni dolor, ni separación, quizás todavía lloras la muerte de tu padre o madre, o hijo, pero el Señor ha visto esas lágrimas, y te dice lo que te espera, por eso es por lo que este mensaje nos lleva a poner nuestra esperanza total en nuestra redención completa en Cristo.

Plenitud Total

Por si toda esta bendición fuera poca, hay una promesa de plenitud total, la gloria de estos cielos nuevos y tierra nueva, nos muestra que ya llegaste al hogar, que los peregrinos de este mundo, como nos dijo el Apóstol Pedro, que nuestros nombres están en el libro de la vida del Cordero, allá tenemos una plenitud, perfecta, mira el 22:1-5

Apocalipsis 22:1–5 (NBLA) 1 Después el ángel me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero, 2 en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones. 3Ya no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará allí, y Sus siervos le servirán

Si bien nos dijo, que ya no habrá mas dolor ni sufrimiento, aquí nos habla del gozo creciente, de la plenitud de la vida, hay un gran río que viene del trono de Dios, para todos los sedientos, y hace una alusión al jardín del Edén, porque la presencia de Dios es un paraíso, Dios restaurará todas las cosas.

Dios nos diseñó para anhelarlo a Él, nada mas en esta vida satisface, el Salmo 42 nos dice que, así como el Siervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti oh, Dios el alma mía. Jesús dijo a la mujer Samaritana: “si alguno bebe del agua que yo le daré no tendrá sed jamás” y dijo en el último y gran día de la fiesta: “si alguno tiene sed venga a mi y beba, y de su interior correrán ríos de agua viva”

El Salmo 16, dice: “En tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre”

Todas estas promesas, se pueden experimentar desde hoy en la presencia de nuestro Dios, porque el ya abrió un camino a su presencia, pero esta vida solo es una degustación de la gloriosa presencia de Dios. Pero allá habrá plenitud total. 

Aplicación: Mi amigo mi invitación es a ti que ya estás cansado de buscar satisfacción en esta vida pasajera, en tus amistades, en las riquezas de este mundo, vivir para los placeres, vivir para el renombre, para hacer tu propia voluntad. ¡Nada de eso satisface! Dios nos diseñó para algo mas eterno, no nacimos solo para esta vida. Dios te diseñó para este glorioso lugar.

II. La Gloria futura de la Iglesia

Después de estas expresiones de la gloria futura del cielo, ahora nos lleva a ver a la novia a la Iglesia.

9Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas siete plagas, y habló conmigo, diciendo: «Ven, te mostraré la novia, la esposa del Cordero». 10Entonces me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, 11 y tenía la gloria de Dios. Su fulgor era semejante al de una piedra muy preciosa, como una piedra de jaspe cristalino.

Es bien obvio que la novia del Cordero lleva la gloria de Dios, las imágenes aquí contenidas, son similares a las del trono de Dios, una gloria que se compara a las piedras preciosas.

Dios ha creado un pueblo para si

Al hacer referencias de la nueva, Jerusalén y también referirla como la novia del Cordero, está diciendo que Su iglesia está compuesta por todos aquellos judíos y gentiles que han puesto su fe en Cristo, cuyo nombre está escrito en el libro de la vida, de ambos pueblos hizo un solo pueblo, también hace referencia a los hijos de Israel, y a los apóstoles, 

12Tenía un muro grande y alto con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y en las puertas estaban escritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel. 

14El muro de la ciudad tenía doce cimientos, y en ellos estaban los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Aquí reafirma que se refiere al Pueblo de Dios.

Vemos la perfección de la Iglesia

Su medida nos es dada para mostrar su perfección un cubo perfecto de 12,000 estadios, (nuevamente el lenguaje apocalíptico) pero aquí vemos que en esta ciudad están todos aquellos que Dios tiene en su soberanía. 

Vemos una iglesia gloriosa como Dios la ve, por la que Él pagó el precio, que la está preparando para ser esa novia sin mancha ni arruga.

Los versículos 18 al 20 nos hablan de “gloria” la descripción de todas estas piedras preciosas está ahí para que el lector diga “que glorioso lugar” 

18El material del muro era jaspe, y la ciudad era de oro puro semejante al cristal puro. 19Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas: el primer cimiento, jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda; 20 el quinto, sardónice; el sexto, sardio; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; y el duodécimo, amatista.

El versículo 21 que menciona las calles de oro, nos habla de su pureza, 

21Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era de una sola perla. La calle de la ciudad era de oro puro, como cristal transparente.

Y en repetidas ocasiones, muestra que ahí no entrará inmundo,

 27Jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino solo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero.

Es decir, el objetivo de esta visión es que veamos la gloria y la pureza de la Iglesia.

Aplicación: ¿Has meditado en la importancia de la iglesia, que es tan central en el plan de  Dios que aun en el cielo? No puedes pensar en una vida de un cristianismo individual, Dios nos muestra que su deseo es una perfecta comunión con Él, peor también una perfecta comunidad.

En otras palabras, así como tu la ves, con manchas y arrugas, con hermanos que son diferentes a ti, con problemas, Dios ama a Su iglesia, la llama la novia del Cordero. Y la ve perfecta. Esta es la visión correcta que debemos tener de Su pueblo.

Lleva la misma gloria de Dios (v.11). He escuchado personas que dicen: “Yo quiero todo con el Señor, pero nada con la Iglesia”. Ese es un error porque la Iglesia y el Señor son un matrimonio perfecto, así que de la manera que veas la Iglesia es como ves al Señor.

La iglesia reina con Cristo.

No solo nos habla de pureza sino de realeza, una de las promesas que nos hizo en todo el libro es que los que sufren con el Cordero también reinarán con Él. Y aquí nos lo reitera, 

24Las naciones andarán a su luz y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria25Sus puertas nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche); 26 y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones.

22.5 Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. 

Es sorprendente ver que Dios cumplirá su promesa, no solo Él reinará por siempre sino sus escogidos con Él, las naciones traerán su gloria, y reinarán por los siglos.

Que final tan glorioso tiene la Biblia.

En la historia de la humanidad, donde entró el pecado, y por los siglos Satanás quiso gobernar, matar, destruir, ya no hay memoria de Satanás, ni de la muerte, sino solo un gozo creciente, reinando el Rey, iluminado todo y Su iglesia con Él.

Por los siglos, de los siglos.

Conclusión:

Si todo esto va a pasar, ¿Qué hacemos conformándonos con una vida temporal y pasajera? Hay tan poca enseñanza del estado final del creyente en comparación con otras doctrinas, que ha causado que muchos no lo anhelen, o que piensen una idea distorsionada del cielo.

Mi amigo que no conoces al Señor, esto es verdad, pero dice que los que tienen este derecho son aquello que están escritos en libro de la vida del Cordero, por eso mi ánimo a ti es que respondas en fe, que glorioso es que tu nombre sea escrito en ese libro.

Y para ti Iglesia, si estás desanimada, aturdida, recuerda que este no es tu verdadero hogar, vamos en camino a la patria celestial.

Hebreos 11:13–16 (NBLA) 13 Todos estos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra. 14 Porque los que dicen tales cosas, claramente dan a entender que buscan una patria propia. 15 Y si en verdad hubieran estado pensando en aquella patria de donde salieron, habrían tenido oportunidad de volver. 16 Pero en realidad, anhelan una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.

Ese es nuestro anhelo, nuestro deseo, no esta patria sino la patria celestial, nuestro verdadero hogar! Vamos a orar.